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Soundtrack: Heroes - David bowie
Hace unas horas, fue la primera semifinal del concurso Viva rock latino, organizado por el Hard rock cafe. Se presentaron cuatro bandas: Mahatma, Harlem, Placet y Brujas. Tuve el agrado de poder asistir acompañando a una banda amiga. Está demás decir que la atención en el café fue totalmente satisfactoria, aunque el ambiente era demasiado elegante para mi gusto. A la salida, me encontré con una guitarra de Eddie Vedder que estaba a unos centímetros de mí, sinceramente, eso es lo que más voy a recordar por el resto de mi vida.
En fin, debo decir que las cuatro bandas que se presentaron tenían muchas diferencias y semejanzas entre sí. Yo, al llegar, no sabía qué esperar de las próximas presentaciones, pero debo admitir que salí contenta. Algunos participantes más jóvenes que el promedio, unos más producidos que otros, varios instrumentistas virtuosos, todos con estilos diferentes y todos con mucha energía. Cada banda provocó sensaciones distintas en el público. Algunos, desgraciadamente, fueron víctimas del acople y de los errores que a veces causa el nerviosismo, pero, a mí parecer, solo fueron pequeños detalles. Lo que pretendía resaltar en este post es la buena onda entre participantes. Me encantó ver cómo se deseaban suerte entre ellos, aunque, al comienzo, no pensé que fuera de una manera totalmente sincera. Sin embargo, pude apreciar una escena que provocó una sonrisa a más de uno: luego de terminado el concurso, en el estacionamiento, dos bandas se encontraron, mientras guardaban sus cosas en los autos. Increíblemente, una empezó a aplaudir a otra y los integrantes se acercaron para tener una fugaz conversación sobre el concurso entre risas. Pensé que, a pesar de que no ganaron el concurso, lo que importaba era exactamente eso. Que los músicos sean sinceros y sepan apreciar el potencial de las otras bandas rivales, formando un ambiente grato, libre de tensiones. Además, todos ganaron experiencia y aunque hubieron bandas que esta vez no ganaron, previamente le ganaron a más de cien bandas para poder pararse en ese escenario a defender lo suyo.Gracias a su gran interpretación provocaron en más de uno, lo que cualquier artista internacional pretende y puede hacer. Y nunca está demás mencionar que gracias a los eventos de esta naturaleza, poco a poco, el Perú va a seguir desarrollando una industria musical más grande que, espero, sí valore el producto nacional tanto como el foráneo. Incluso, a pesar de que unos regresaron a casa más felices que otros, que se jodan todos los que critican que algunos son demasiado jóvenes, desaliñados, comerciales o lo que sea. Estoy segurísima de que la gran mayoría de músicos que le van al rock, al menos una vez en su vida, han deseado tocar en algún escenario del Hard rock cafe de cualquier parte del mundo. Estoy feliz por las bandas que vi y por las que seguirán concursando. Es más que claro que si todos los músicos siguen por ese mismo camino, practicando día a día y tomando las decisiones correctas, van a poder alcanzar sus metas. Todos fueron tremendamente talentosos.
